Por Willians De Jesús Salvador
Siria ha sido el escenario para el áspero encuentro de Estados Unidos de América y la Federación Rusa en un escenario de guerra, por primera vez después de la disolución de la URSS.
La actitud timorata de Estados Unidos para definir su participación en la Guerra Civil de Siria, y el error de auspiciar el apoyo a la milicia rebelde, las cuales carecían de la capacidad logística, militar y organizacional para dar un jaque mate al presidente sirio a corto plazo, ha permitido que el ISI entre en escena y que Moscú asuma el liderazgo en la solución del conflicto, dejando en evidencia su solidaridad con sus aliados y sus capacidad armamentista de última generación.
Estados Unidos de América ha dado manifestaciones de agotamiento, y en tal virtud no desea abrir nuevos teatros de guerra en estos momentos. Los fracasos de Irak y Afganistán, han sido criticados por la opinión pública estadounidense, por tal razón el Congreso norteamericano no parece inclinarse en apoyar nuevas iniciativas bélicas. El costo financiero de estas guerras ha sido enorme, y aunque EEUU tiene el control político y comercial de Irak, la inversión supera la rentabilidad.
Los estrategas en el diseño de la política financiera norteamericana, están concentrando sus esfuerzos para que el coloso del Norte, no pierda la hegemonía en el mercado global, frente al avance indetenible del gigante asiático (China), que cuenta con Rusia como contra partida Euro-asiática, Corea del Norte, India, irán y otras naciones en pleno auge económico.
Rusia tiene una importancia capital para China, por el petróleo y el gas que la hacen una gran potencia energética, recuerdo que corría el año 2002 cuando visité la embajada de Rusia en Berlín, con la finalidad de impulsar el mercado del tabaco (cigarros dominicanos), la agenda de turístico y solicitar en nombre del gobierno dominicano la apertura de la embajada en Moscú y la Rusa en Santo Domingo, me dijo el embajador ruso: «la Federación Rusa esta llamada a corto plazo a ser el lugar de encuentro del mundo, una gran capital financiera global, porque tiene el corazón en Asia, parte de su cuerpo en Europa y la cabeza y su cerebro puesto en los mercados globales, somos socios comerciales confiables y aliados inquebrantables en el marco de las relaciones internacionales».
Observando el escenario mundial podemos afirmar que se está librando una gran lucha geopolítica entre EE.UU, China y Rusia. El petróleo es la punta de lanza para debilitar la economía rusa, sobre todo el poder del rublo, por ejemplo cuando EEUU y Europa sancionan a Rusia por la crisis de Ucrania, buscan disminuir su mercado energético en Occidente, en el entendido que el petróleo es el tendón de Aquiles de economía rusa. Sin embargo Rusia su industria de armas de guerra le ha permitido crecimiento y estabilidad, además de que tiene un mercado privilegiado con su principal socio comercial que es China. «El consumo de petróleo de China se situó en los 10,3 mbd en 2012, lo que representa aproximadamente el 11,7% del consumo total de petróleo del mundo, convirtiéndose en el segundo mayor consumidor de crudo después de los Estados Unidos. El consumo de petróleo de China se ha más que duplicado desde el año 2000, aumentando su consumo en 2012 en un 5% en comparación con el año anterior.»
Mientras que la crisis de los refugiados afecta severamente a Occidente, sobre todo a Europa, que todavía tiene vértigos por la crisis financiera de España, Italia, Grecia, Portugal, y otros miembros de la Unión Europea. La crisis de los refugiados, la hambruna de esa masa desplazada y pobreza crítica de una amplia zona en conflicto bélico sin resolver, constituye una nueva batalla geoestratégica para Estados Unidos y aliados, puede ser el epicentro para que occidente transite hacia una turbulencia financiera que degenere en un clima de inestabilidad económica, política y social.
Hay quienes han advertido que una crisis financiera a nivel global, que arrastre las economías más fuerte del planeta, obligue al surgimiento de una nueva elite económica, sustituyendo el protagonismo de Wall Street, City Londres y Alemania, para establecer una nueva capital financiera en Bégin-China, con el respaldo de Moscú, India y los países árabes, esto seria el eje fundamental de un nuevo gobierno global, un nuevo sistema monetario internacional, y lo mas probable que surja un nuevo brazo militar global, que puede ser la misma OTAN reestructurada u otra fuerza paralela con una nueva filosofía, sobre el equilibrio global y puesta al servicio del nuevo orden mundial, para garantizar la paz mundial, fundamentada en el establecimiento de la multipolaridad como gobierno global.
Cual seria el papel de América Latina en este nuevo gobierno global? Esta preparada la región para la transición hacia un gobierno global, sin el tutelaje de EEUU, el FMI y el Banco Mundial? Hay quienes aseguran que esta seria una magnifica oportunidad para romper el estancamiento y atraso en la agenda mundial.
El holandés Wim Dierckxsens, doctor en ciencias sociales y doctor en demografía y analista, en una publicación el 18 DE ENERO DE 2015, explica que «América Latina presenta el cuadro de un continente con base económica objetiva de una transición paralizada. Es, además, el continente con mejores registros estadísticos en series de tiempo. Alrededor de 2006, observamos en la PEA de Brasil 63.6% de asalariados frente a 55% en 1970; en México 65,5% en 2007 frente a 63,4% en 1970; en Ecuador 55% de asalariados en 2010 frente a 45% en 1970; Colombia 54 por ciento de asalariados en 2006 frente a 64,5% en 1970; en Nicaragua, 51 frente a 58,5 en 1970; en El Salvador, 55 frente a 60,5 en 1970; en Panamá 69% frente a 57,4 en 1970; en Perú, 54% frente a 48% en 1970; y en Venezuela, 59% frente a 61,5% en 1970. Siguen en la cola Guatemala y Honduras, en Centroamérica, y Bolivia, en América del Sur. La PEA de Guatemala contaba en 1973 con 48% de asalariados, y a principios del siglo XXI con 50% y la de Honduras en 1974 con 44% de asalariados y en 2005 con 50%, un estancamiento de unos 30 años.» http://www.observatoriodelacrisis.org/2015/01/el-futuro-de-la-humanidad-ante-la-situacion-geopolitica-actual-el-rol-de-la-integracion-latinoamericana/
Para que America Latina rompa las amarras que la mantiene anclada en el siglo pasado, para iniciar una nueva era en el inicio del tercer lustro del siglo XXI, tiene que empezar por el establecimiento de cambios políticos reales, superar la corrupción que impera en la mayoría de nuestros países, que son paraísos de corruptos e impunidad. Sin justicia no hay desarrollo. Cambiar el modelo de producción y la re orientación hacia la innovación, superar la crisis sanitaria, todavía hay países donde mueren cientos anuales de dengue y de enfermedades inmuno- prevenibles, no hay cobertura de la seguridad social (ARS), para enfermedades del desarrollo como el cáncer. Los gobiernos populistas tendrán que revisar urgentemente el gasto social, que lejos de ser una política con fines humanitarios y de compensación, son para garantizar la permanencia en en el poder con el voto popular, verbigracia Venezuela que se hunde irremediablemente en una crisis financiera, que la aísla de las instituciones crediticias.
La re orientación hacia un nuevo modelo de desarrollo producto de un nuevo cambio de paradigma universal hay que sustituir el modelo neoliberal imperante, que solo le importa la rentabilidad del capital, sin tomar en cuenta los factores humanos y ético de la sociedad.
Humanistas, académicos, filósofos, politólogos y cientistas sociales, manejan la hipótesis de cuál sería el modelo post capitalista ideal para el gobierno global multipolar, y han llegado a la más elemental de las conclusiones, gobiernos fundamentados en el estado de bienestar colectivo, donde impere la equidad, la justicia, los derechos humanos no como una concesión de los dueños del estado y el poder político, sino, como un derecho inherente al ser humano desde la cuna hasta la tumba.
El autor es Médico, diplomático, analista de política internacional. Reside en Santiago, República Dominicana.